En Barcelona, en una de las zonas más ricas y señoriales de la ciudad, circula un viejo tranvía que se inaguró en 1901. Son más de cien años de servicio, en una ciudad que durante mucho tiempo desterró de sus calles los tranvías (todos menos este, que se mantuvo como atracción turística), pero luego, en una versión mucho más moderna, los volvió a recuperar.
El recorrido del Tranvía Azul es muy sugerente. Arranca en la plaza Kennedy (donde está una estación de los FFCC) y asciende por una señorial avenida llena de grandes mansiones de principios de siglo. Es uno de los pocos rincones de la ciudad donde pueden verse casas con jardín. Así, el viejo tranvía va subiendo hasta llegar a la estación del funicular que lleva al Parque de Atracciones del Tibidabo, desde donde puede verse toda Barcelona. Mientras sube, pasa por delante de casas grandes como castillos. Algunas se utilizan como colegios, o clínicas. En otra de ellas está el consulado de China. Y también un famoso restaurante: El Asador de Aranda. Es un recorrido muy apreciado por los turistas, tanto por la belleza del transporte, y el trayecto, como por las vistas que hay al final.
Como curiosidad, decir que en la parte alta del recorrido, donde finaliza el tranvía, hay un bar con unas vistas magníficas de toda la ciudad. Uno puede tomar un café con leche allá arriba y divisar una impresionante vista de Barcelona. Otra rareza, que sabrán apreciar los habitantes de la ciudad condal, es que este tranvía es uno de los pocos sitios donde aún figura el escudo antiguo de la ciudad, que tenía dos barras por cuartel en vez de cuatro. Un detalle que no deja de darle cierto encanto.
Un consejo: si quieren disfrutar del trayecto, consulten antes en Google y busquen el horario en la web oficial. Porque, aunque es un servicio activo, sólo circula los fines de semana y en un horario limitado. Fuera de este intervalo, hace el mismo recorrido un autobús, pero no es lo mismo, claro. Que no les ocurra como a algunos turistas despistados, que por no informarse bien no pudieron disfrutar de esa maravillosa experiencia.